La Comunidad de Madrid ha dado un ultimátum de un mes a Castilla-La Mancha para que cumpla con el convenio sanitario firmado entre ambas administraciones hace ahora un año, pero que todavía no se ha activado debido a las reticencias económicas del nuevo ejecutivo socialista del toledano Emiliano García Page. El consejero madrileño de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, remitió ayer una carta a su homólogo castellano-manchego, Jesús Fernández Sanz, para denunciar formalmente el «incumplimiento» del acuerdo.
Este regula la asistencia sanitaria especializada de los ciudadanos de la zona norte de la provincia de Toledo en hospitales madrileños a cambio de una compensación económica. También de los pacientes de procesos complejos de Guadalajara. Madrid avisa de que si «en el plazo máximo» de treinta días no se cumple el acuerdo, se «verá obligado a la denuncia del convenio», y por tanto, su anulación.
En el escrito, al que tuvo acceso ABC, el consejero de Sanidad de Cristina Cifuentes (PP) le recuerda que el ejecutivo castellano-manchego, del PSOE, ni siquiera les ha trasladado la lista de la población que ya ha solicitado ser atendida en los hospitales de Aranjuez y Parla, por razones de proximidad. Serían 17.000 los residentes de localidades como Ocaña, Illescas y Seseñainteresados en ser derivados a Madrid, según la Junta.
De acuerdo a los datos oficiales de la Consejería madrileña, 1.201 pacientes de Guadalajara de especialidades complejas como cirugía cardíaca o neurocirugía han sido atendidos desde mayo en los centros de referencia de la capital como el Ramón y Cajal, La Paz o Puerta de Hierro. Esa cobertura no ha sido facturada porque el convenio está en vía muerta.
El acuerdo fija un canon por cápita de 403 euros al año por cada paciente de Toledo. Pero el Gobierno de Page, muy crítico con el pacto suscrito por el anterior ejecutivo regional de María Dolores de Cospedal (PP), exige una revisión de las condiciones económicas. Pide que la factura de Madrid no sea por toda la población apuntada (17.000), sino por los pacientes que realmente hacen uso de los servicios sanitarios.
En una conversación telefónica mantenida el miércoles, el consejero de Castilla La-Mancha expresó a su homólogo de Madrid su voluntad deconvocar la comisión de seguimiento del convenio, que llevaba sin reunirse casi un año. En la carta remitida ayer, el representante madrileño expresó su deseo de que «en el seno de la misma pueda solventarse» la situación de parálisis actual –y, por tanto, de incumplimiento del convenio–«en el plazo máximo de un mes desde la recepción del presente escrito».«En caso contrario -continúa Sánchez Martos- la Comunidad de Madrid se vería obligada a la denuncia del convenio».
En todo caso, el consejero madrileño reiteró el «ánimo» del Gobierno de Cifuentes se «seguir manteniendo las vías de colaboración existentes entre ambas regiones», eso sí, «previo cumplimiento de los compromisos suscritos».
Fuente: ABC